Tenemos hoy a Pedro José de gran estrella entre algunos de nuestros amigos porque ha entregado a la Audiencia Nacional un papel del mismísimo Bárcenas. Lo que pasa es que es el original de la fotocopia que ya publicó El País el 31 de enero, con lo que nuevo, nuevo, lo que se dice nuevo, no hay ni un solo dato. ¿Los sobresueldos a Rajoy? Ya. Los datos pueden consultarlos desde hace meses en El País, incluso con un buscador creado al efecto. Pero está bien, como el mismo diario dice, que ya nadie podrá decir que se trata de fotocopias. Aunque no nos olvidemos de que aquellos papeles ya habían sido validados por los peritos policiales y por la Fiscalía Anticorrupción. También estaban ya contados desde entonces los abultados pagos efectuados a la cúpula del PP, incluso cuando Rajoy, Rato, Cascos, Arenas o Mayor Oreja ya eran ministros, lo que era ilegal. Veremos si Ruz investiga ahora estos papeles y estos sobresueldos.
Y conste que aún queda por ahí otra parte del león: las donaciones ilegales de cientos de empresas al PP, sobre todo en las campañas del 93 y, muy especialmente, en la del 96, las elecciones que finalmente ganó José María Aznar.
Tela. Queda tela.
Mientras, La Razón renquea en este asunto de Bárcenas, que los pobres no saben por dónde tirar, aunque el fin es evidente: el PP, y por supuesto, Mariano Rajoy y el resto de la cúpula no sabía nada de los manejos de Luis Bárcenas Gutiérrez, bucanero solitario más malo que la quina. ¡Quita, bisho! ¿Y Abc? Ni está ni se le espera, que la culpa es de los demás, como dicen sus más conspicuos comentaristas.