Ruta Quetzal

Sobre el blog

La trigésimo primera edición de la Ruta BBVA contará con 180 jóvenes de entre 18 y 19 años procedentes de 17 países de América, España y Portugal. Bajo el lema ‘Aventura en las selvas mayas del Yucatán’, la expedición parte de México. Allí, los jóvenes explorarán las selvas mayas y descubrirán los sitios arqueológicos más relevantes de esta civilización. El programa, creado por Miguel de la Quadra-Salcedo en 1979, continuará en España, donde los jóvenes visitarán Extremadura, Andalucía y Madrid y conmemorarán los centenarios de las muertes del Rey Fernando el Católico, el Inca Garcilaso de la Vega y Miguel de Cervantes. Son 30 días de viaje en los que la expedición combinará cultura, aventura y formación en emprendimiento social. EL PAÍS se suma a esta experiencia y la irá contando a través de este blog

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11 jul 2016

A prueba de piratas

Por:

Casas

En San Francisco de Campeche tenían una iglesia muy fea, feísima. El retablo estaba pintado de rojo y blanco, y nadie entendía quién había tenido semejante ocurrencia. Así que un día alguien decidió quitarle la pintura por ver si arreglaba aquello. Entonces descubrió que debajo de aquel espanto había oro, y el patito feo se convirtió en cisne. La atrocidad estética en San Francisquito —como se conoce al templo, pese a que su verdadero nombre es San Roque— solo pretendía ocultar el tesoro a los piratas que asaltaban la ciudad. Fundada en 1540, se estableció como el único puerto del Yucatán habilitado para el comercio atlántico. Allí se almacenaban los productos que viajarían a España. Un blanco perfecto para asaltantes.

La expedición recaló tres noches aquí, capital del estado de Campeche y patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco. Recorrieron sus calles y conocieron su historia. La localidad fue una parada casi obligada para las pequeñas embarcaciones que hacían un comercio costero. Pero a partir del siglo XVI, y especialmente en el XVII, naves de mediano tamaño partían desde aquí hacia España. Exportaban mantas de algodón, cera, miel y sal, aunque el producto estrella era el palo de tinte, un árbol con cuyo tronco se elabora el colorante para telas en tonos negros, pardos, violáceos y azules. Importaban metales, papel, textiles y productos alimentíceos, entre otros. Cuando comenzó a florecer el comercio y la economía local, se convirtió en víctima de corsarios y piratas.

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