Juan Pablo Bellido es un cordobés que vive hace más de 20 años en Montilla. “Pero es como si hubiera nacido aquí”, cuenta el periodista de 39 años, que fue expedicionario de la Ruta Quetzal en 1993. Este año, Bellido es un guía voluntario para los jóvenes quetzal que visitan la ciudad. “No puedo expresar con palabras la emoción que siente un ex rutero cuando ve que la expedición está en su pueblo”, afirma.
El periodista conoció la Ruta a través de los programas de televisión en los que aparecía Miguel de la Quadra-Salcedo. Cuando los expedicionarios visitaron Montilla por primera vez, en 1992, Bellido les conoció de cerca y, un año después, embarcó con ellos rumbo a una aventura por América. Desde entonces, la Ruta ha estado muy presente en su vida y en ese pueblo de Andalucía. “La experiencia me marcó tanto que resolví fundar la Asociación Internacional de Jóvenes Aventureros, que entre 1994 y 2002 llegó a contar con 3.600 socios (todos ex ruteros) de 52 países”, cuenta. La Asociación tenía delegaciones en 40 países y editaba una revista, “La Expedición”. Los socios también organizaban encuentros de antiguos expedicionarios y viajes con un régimen de campamento igual que en la Ruta.
En la 31ª edición de la expedición, Bellido vuelve a vivir un poco la experiencia de rutero. Y a él le hace especial ilusión que este año la Ruta se centre en la figura de Inca Garcilaso de la Vega, quien vivió más de 30 años en Montilla. Fue gracias a un trabajo sobre ese escritor peruano de ascendencia española e inca que Bellido logró participar en la expedición quetzal. “El Inca es una figura que me resulta muy cercana. A mí y a todos de Montilla. Aquí todos conocen su historia y lo ven como un vecino ilustre del pueblo”, cuenta el periodista.
Inca Garcilaso de la Vega nació en Cuzco (Perú), hijo de una princesa inca y un soldado español, y a los 21 años se mudó a España, donde se hizo conocido gracias a las historias que contaba y escribía sobre su vivencia en el “Nuevo Mundo”. En Montilla, Inca Garcilaso concibió su gran obra, Comentarios Reales de los Incas, y la ciudad fue la primera en reconocerle como autor, el primer escritor mestizo que se hizo mundialmente conocido.
Inca Garcilaso era tan querido en Montilla que en el registro de la Iglesia consta que bautizó a por lo menos 113 niños. Juan Pablo Bellido es casi tan popular como el personaje histórico. Mientras hace el papel de guía por Montilla, los vecinos le paran en cada esquina para saludarle. “¡Hola Juan! ¡Qué bien que has traído a esa gente tan joven y tan apañá!”, le grita el cura del pueblo. Bellido contesta con una sonrisa y un abrazo y sigue caminando entre los ruteros, contándoles historias de las rutas en las que ha estado y sobre su relación de amistad con Miguel de la Quadra-Salcedo. También les cuenta que el sábado y el domingo subirá con ellos el Mulhacén, en Granada, el pico más alto de la península ibérica (3.478 metros) y el segundo de España tras el Teide, de 3.718 en Tenerife, Canarias. Son más de 13 horas de caminata, todo cuesta arriba, pero a Bellido eso no le impresiona. “Yo estoy acostumbrado, al final, ya lo he subido cinco veces”, explica. Una vez quetzal, siempre quetzal.