10 marzo, 2008 - 13:59 - EL PAÍS
El día después
Se han celebrado las elecciones y ahora toca administrar políticamente las matemáticas. En Cataluña, el PSC obtuvo un resultado histórico (hay que remontarse a 1982 para contemplar un éxito similar, aunque el de ahora le resulta más vital a Zapatero). 25 diputados, el único partido catalán que crece en votos y consiguiendo cuatro diputados más (de los cinco en que los socialistas aumentan en toda España). El otro dato más llamativo es el descalabro de Esquerra (de ocho a tres diputados). ¿Cómo administrará este resultado? Tras las municipales, ERC maquilló su pérdida saliendo del Gobierno municipal. El secretario general, Joan Puigcercós, garantizó la misma noche electoral, la estabilidad del Gobierno catalán. Pero la dinámica asamblearia del partido y las riñas en la cúpula no permiten descartar plenamente que haya sorpresas, en no se sabe qué plazo. Iniciativa es otro de los partidos que tendrá que administrar la pena de un mal resultado, sólo un diputado, que comparte con sus hermanos de Izquierda Unida.
CiU demuestra que tiene un votante fiel que resiste el envite de la bipolarización. El mapa del Congreso no le da ninguna llave en solitario para poder hacer la política con que sueñan, condicionar a Zapatero. Pero el retroceso de ERC, que no puede formar grupo parlamentario, aumenta su visibilidad en Madrid como representante del nacionalismo catalán. Así, los nacionalistas moderados no le son imprescindibles al PSOE, pero pueden ser convenientes. Claro que no al precio deseado por el sector soberanista: descabalgar a Montilla de la Generalitat y colocar a Artur Mas en su lugar. Sería, para Zapatero, disparar contra sus propios pies.
Este blog se despide agradeciéndoles la compañía de este par de semanas. El diario seguirá dando día a día las pistas de todo cuanto suceda. No se lo pierdan.