Tras rechazar en la anterior legislatura la comisión de investigación de los ERE fraudulentos una decena de ocasiones, el PSOE ha aceptado su celebración a regañadientes, como consecuencia de la nueva coyuntura política (la alianza en el Gobierno autónomo con IU). Siendo esto positivo (será la primera comisión que acoja el Parlamento andaluz en los últimos 17 años), PSOE e IU están dando pasos que pueden desvirtuar el objetivo final: dilucidar las responsabilidades políticas que permitieron que durante una década se manejaran fondos públicos con arbitrariedad y discrecionalidad en la Consejería de Empleo.